Compartimos con vosotros este artículo de Cine con Ñ, que trata acerca de la necesidad de formación específica para que el sector audiovisual avance en sostenibilidad.
El sector vive un “momento clave” para su transición verde, con la progresiva profesionalización de figuras como la del ‘ecomanager’ y la concienciación de actuar en otras áreas de la industria más allá de los rodajes.
Escuchar las palabras ‘huella de carbono’ en un rodaje está dejando de ser una excepción. Así lo señala el primer estudio de sostenibilidad de la industria audiovisual en España, ‘Sostenibilidad de la Industria Audiovisual’, que apunta en sus conclusiones al “momento clave para la transición verde” del sector, que este informe técnico ubica en una “fase incipiente, pero necesaria para su supervivencia”. Aunque no hay datos estatales, el estudio británico albert (BAFTA) de 2022 cifra en 12,8 las toneladas de emisiones de CO2 por hora de cine o televisión producida, más del doble de lo que emite una persona en nuestro país al año (5,8).
Ha sido en los dos últimos cursos cuando se ha intensificado la concienciación y las actuaciones de la industria del cine, las series y la publicidad para el cuidado del medioambiente. El estímulo ha venido vía regulación pública, con las estrategias derivadas de la nueva Ley del Cambio Climático de 2021 y los nuevos criterios para las ayudas al cine: desde 2022 el Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), dependiente del Ministerio de Cultura, obliga a medir y registrar el impacto medioambiental y a tener un plan de reducción de la famosa huella de carbono para que una película pueda recibir una subvención.
En este tiempo, el sector ha buscado ‘ponerse las pilas’. Se han elaborado distintas reglas y guías de buenas prácticas —aún por unificar y estandarizar— y cada vez más productoras incorporan sistemas de medición y actuaciones verdes en los rodajes. Una dinámica de trabajo que incorpora la figura del ecomanager, la o el profesional encargado de planificar, ejecutar y evaluar las medidas de sostenibilidad en todo lo que implica una grabación en equipo (transporte, alojamiento, catering, uso de exteriores, etc..). Un puesto con una demanda tan creciente que ha llegado a la educación: la ECAM ofrece ahora el Máster en Ecomanagement y Producciones Sostenibles para formarlos y profesionalizarlos.
Ecomanagement, una educación imprescindible
Formar en concreto al ecomanager es una de las prioridades más urgentes dentro de la industria. Según el citado estudio de sostenibilidad, un informe técnico realizado por Spain Film Comission, REDCAU y CENER a partir de distintas entrevistas y análisis, “es necesaria una formación más intensiva y reglada” de esta figura, “que combine los conocimientos necesarios sobre el funcionamiento del sector audiovisual con las nociones básicas en protección del medioambiente más propias de carreras científicas y técnicas”.
Para Jorge Padapopoulos, Coordinador del Máster en Ecomanagement y CEO de la consultora Eco Management Films, formar en ecomanagement es importante, primero, porque es una especialización “nueva” que “lleva poco tiempo en las producciones, y es un poco desconocida ahora mismo”. Y además, según el Coordinador, “es necesario que esa persona tenga los mejores conocimientos, experiencia y sepa muy bien cómo poder aplicar esas medidas”, para que “no solamente se haga un proceso de greenwashing en que digamos que ya somos sostenibles, sino que consigamos reducir la huella de carbono y el impacto ambiental que deja nuestra producción. Y hacer todo eso de forma efectiva”.
Una necesidad formativa que refrenda Jing Lin, docente del máster de la ECAM y Ejecutiva de Producción y Gerente de Sostenibilidad en Babieka Films: “Los problemas del medioambiente son más complejos de lo que parecen. Los ecomanagers necesitan comprender una amplia gama de temas porque la gestión ambiental y la sostenibilidad requieren habilidades especializadas en áreas como el análisis de datos ambientales, la evaluación de impacto, la gestión de riesgo ambiental o el desarrollo estratégico de sostenibilidad”, comenta Lin.
Una base de conocimiento, trabajo ya en desarrollo y pensamiento estratégico, las claves para ser un buen ecomanager
Papadopoulos, que destaca la formación “práctica” del máster para “enfocar los problemas reales del día a día”, cree que un buen ecomanager tiene que “tener conocimientos de medio ambiente y de sostenibilidad para poder aplicarlos y conocer las mejores técnicas disponibles”. Ling detalla algunos de estos conocimientos imprescindibles: “Debe comprender los principios fundamentales de la sostenibilidad, incluidos los conceptos de reducción de huellas de carbono, gestión de recursos naturales, economía circular y desarrollo sostenible”.
El Coordinador también apunta que, una vez adquiridos estos conocimientos, los mejores ecomanagers conocen “cómo es un rodaje y cómo es el proceso interno de una producción audiovisual, desde el momento en el que se genera la idea y surge el primer boceto de guión”. Según el CEO, hay que “estar presente en todas las fases de la producción y en el propio set para implementar las medidas, para comprobar que se están cumpliendo y verificar que se está haciendo todo lo posible”.
Ling, que trabaja implementando herramientas de sostenibilidad en Babieka Films, cree que cualquier ecomanager que se precie “debe saber cómo poner en práctica esos conocimientos específicos que tiene”. Es decir, que sea “capaz de analizar datos, identificar y evaluar el desempeño ambiental en una producción”. La gerente incide en la declaración de Papadopoulos de que se produzca ese trabajo “sobre todo en la etapa de desarrollo, al principio”. Y añade otra característica que tiene que tener esta figura: “Pensamiento estratégico y creativo” para “elaborar el plan de sostenibilidad y reducir el gasto”.
Cuidar el medioambiente, una tarea más allá del rodaje
Pese a su gran peso en emisiones e impacto medioambiental, desde la industria se quiere dejar claro también que las tareas de sostenibilidad del sector no se deben de quedar en el greenshooting. Así lo recalcan también Lorea Elso y María José Pérez, profesionales con experiencia en, sobre todo, distribución que acaban de lanzar la consultoría medioambiental Ecometraje: “La sostenibilidad está más presente en temas de producción, pero falta en otras áreas”, comenta Elso, que cree que “en producción va todo mucho más avanzado, hay normativa, hay regulación, las producciones ya lo tienen más mentalizado” y considera “que es importante hacer ese trabajo con las otras áreas de audiovisual”.
Dos de los dos pilares anuales más importantes del cine español, los Premios Goya y el Festival de Cine de San Sebastián, demuestran que actuar frente a la emergencia climática va más allá de la cámara y la claqueta. Ambos eventos, y otros muchos festivales como el de Málaga o la Seminci de Valladolid, ya miden y reducen su impacto medioambiental, utilizando materiales reciclables, vehículos eléctricos, iluminación de bajo consumo o hoteles con certificado en sostenibilidad.
¿Y qué pasa con la sostenibilidad en otras ‘patas’ de la industria, como son la distribución y la exhibición? Según las socias fundadoras de Ecometraje, el primer enfoque para las empresas del sector tiene que ser el de hacer más sostenibles sus propios mecanismos internos, “el de la propia empresa como ente corporativo”, aclara Elso. Pero en cuanto a la distribución, “hay un montón de procesos, que van desde doblajes, subtitulados e impresión de materiales hasta viajes promocionales de los equipos” a los que se pueden recomendar medidas relacionadas con el cuidado del medioambiente. “Hay un montón de pequeñas cosas que se pueden hacer”, comenta la responsable.
Si, en cambio, nos vemos al sector de la exhibición cinematográfica, María José Pérez asegura a Cine con Ñ que el trabajo en sostenibilidad “se asemeja más a lo que sería una medición corporativa de una empresa normal, en el sentido de que lo que tiene es un local con unas determinadas características X: una sala de cine, unas oficinas, un personal, una venta de productos, consumo de energía para proyecciones… la manera de asumir la sostenibilidad es más similar a la de una empresa que trabaja focalizada y centrada en un espacio físico”. Eso significa controlar, por ejemplo, el consumo de agua, energía o residuos. “Ahí es donde nos concentramos también para hacer ese itinerario, una ruta que ayude a partir de un primer punto”, detalla Pérez.
Las fundadoras de Ecometraje insisten de nuevo en lo importante que es la educación específica, como la que ofrece la ECAM, para que se avance en la sostenibilidad y la reducción de emisiones en el sector audiovisual. “Cuando te formas, lo que haces es adquirir conocimientos de forma consciente pero que pasan a tu inconsciente”, dice Pérez, que considera como “pasos ganados” para todos esa interiorización e incorporación: “Son formas de actuar, protocolos, maneras de comportarse, de asumir responsabilidades y actividades que ya van dentro”.
En sus conclusiones, el estudio ‘Sostenibilidad de la Industria Audiovisual’ insiste en la formación multidisciplinar para llegar a todas las dimensiones de un sector como el audiovisual, con muchos y distintos matices: “Resulta necesario hacer hincapié en la formación en sostenibilidad, en el corto y medio plazo, con contenidos adaptados al sector audiovisual y específicos para cada uno de los departamentos y eslabones de la cadena de valor que intervienen en esta industria”.