Compartimos con vosotros este artículo de Cinemanía sobre las claves y retos de la distribución audiovisual. ¡Dentro artículo!
Hacer una película podría ser definido como un viaje. Y ya no solo porque desde el momento en el que se idea hasta que se acaba proyectando en pantalla puedan pasar meses e incluso años; sino por la cantidad de procesos que implica por el camino. Puede que la escritura del guion, el rodaje o el montaje sean los más conocidos, pero además de estos hay otros que son igualmente fundamentales para que los filmes cobren vida y acaben siendo descubiertos por un público ávido de nuevos títulos. Entre ellos, la distribución.
Un oficio que Marianna Mori conoce de primera mano y explica que consiste en “conocer a la audiencia, el producto audiovisual que se está ofertando y lo que están ofreciendo los demás”. Esta profesional forma parte del equipo de Sideral, sello de Elamedia Estudios que se dedica a la producción, distribución y ventas internacionales en los que trabaja la firma española. Consciente de su interés por el marketing de cine y la distribución en particular, decidió apuntarse al Máster de Distribución y Negocio en la Industria Audiovisual de la ECAM.
“Fue una experiencia muy buena y con mucha proyección”, recuerda sobre su etapa en la escuela madrileña, de la que destaca que profesores, profesionales que acudieron a impartir alguna clase y compañeros fueron “personas muy inspiradoras durante el curso”. “Es primordial llegar a tiempo para creer en proyectos y acompañarlos desde lo antes posible, logrando estar en sintonía con todo el equipo de la película y crear con más afinidad la estrategia que se quiere seguir. Tiene mucho de marketing, de creatividad y sobre todo, de pasión”, comparte.
“Hay muchas áreas diferentes, pero a todas les une buscar a llegar a la audiencia, a los grupos de personas correctas y a la vez lo más amplias posibles”, añade Yennifer Fasciani, también alumna que actualmente trabaja en la agencia de ventas internacional de películas y series FEELSALES.
Miguel García, por su parte, es responsable de ventas internacionales en Atresmedia y profesor del programa de posgrado de la ECAM, y explica así en qué consiste la profesión: “Cada vez que una serie, película o documental español se ve en un canal de televisión o plataforma extranjera se debe a un acuerdo económico. El distribuidor es el encargado de gestionar esa venta o licencia con el cliente final para que este acuerdo se lleve a cabo”.
En definitiva, su labor consiste en “preparar el contenido, presentarlo, negociar las ventas, cerrar los acuerdos, gestionar los contratos y el proceso post venta. Cada día hacemos tareas diversas para cubrir las distintas etapas de la venta con distintos clientes”. García comparte que la máxima que transmite a sus estudiantes es que sean conscientes de que, a la hora de ejercer su oficio con el mayor éxito posible, es fundamental “conocer bien a tu cliente, adecuarte a sus gustos y adelantarte a sus necesidades”.
El docente considera importante formarse en este ámbito porque “la distribución de contenido audiovisual consiste en la cesión de licencia de emisión de un bien tangible, por lo que hay que conocer bien los derechos, las condiciones, los procesos, los tiempos…”. Además, siendo una industria en constante cambio y evolución, opina que “siempre hay que estar formando e informando de lo que acontece”.
Una industria «en plena forma»
García valora que este es un buen momento para especializarse en la distribución porque es una industria que “está en plena forma y cada vez está tomando más relevancia”. El profesional destaca que, para ello, “plataformas como Netflix han ayudado a romper fronteras y han dado la oportunidad para que contenidos españoles viajen por todo el mundo y una audiencia enorme pueda disfrutar de la calidad de nuestras series y películas”.
Que sea un campo boyante no quiere decir que no tenga desafíos por delante. Yennifer Fasciani contempla que uno de ellos es “que la gente vea cine independiente local e internacional”, así como “el continuo aumento de plataformas que están con modelos AVOD y FAST que tienen formas de adquisición poco favorables para las películas”.
García apunta a su vez que tras el “gran ‘boom’ de producción de los últimos años, plataformas y cadenas necesitan rentabilizar las altas inversiones a través de las ventas internacionales”. De hecho, comenta que “hasta las grandes empresas como Amazon están comenzando a distribuir sus contenidos propios con la idea de recuperar parte de la gran apuesta económica realizada”.
Marianna Mori reconoce que para ella “el presente y el futuro sigue siendo trabajar duro y encontrar esas pequeñas y grandes joyas que emocionan a público y programadores de festivales”. “Siempre hay películas y proyectos en los que creer y nuestra labor es darles un lugar en las salas de cine comercial y cultural; e intentar que lleguen al mayor número de espectadores posibles”, subraya.
Curiosidad, pasión y empatía
Kike Lozano y Laura Miñarro son los coordinadores de este máster de la ECAM, que dura un curso y en el que las clases se agrupan en dos días por semana (viernes y sábados). En él se analizan todos los modelos de explotación, desde las ventanas tradicionales hasta las plataformas más novedosas, además de aprender cómo se miden las audiencias, los públicos y las taquillas. Ahora bien, ¿qué cualidades son importantes para dedicarse a la distribución?
“Entender la mezcla del cine como arte e industria, y la curiosidad, ya que hay una parte importante de investigar y entender lo que se está buscando; y que les pueda interesar a canales, plataformas, distribuidores, etc.,”, opina Yennifer Fasciani. Mori antepone que la clave es “ver cine e ir al cine”; junto a “tener conocimiento de la industria cinematográfica y de marketing. Ser buen analista y seleccionar proyectos con cierto criterio, sentido común e intuición”. Por último, García destaca “la empatía, las ganas de trabajar, la proactividad y mucho amor por el cine y la televisión”.
