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10 películas que quizás aún no has visto para celebrar el Día de la música

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El Día de la música es una jornada perfecta para lanzarse a las calles y disfrutar de los múltiples planes de música en directo que nos ofrece nuestra ciudad. Pero si el calor, que al fin ha llegado a Madrid, es más fuerte que tú, te recomendamos unas cuantas películas en las que la música tiene una importancia capital y que, quizás aún no has visto:

Siempre hace buen tiempo (Stanley Donen y Gene Kelly, 1955)

Aunque no cuenta con tantos adeptos como Cantando bajo la lluvia (1952) o Un día en Nueva York (1949), Siempre hace buen tiempo tiene algunos de los mejores pasos de baile de Gene Kelly y es una película tan optimista que debería recetarse.

 

El salón de música (Satyajit Ray, 1958)

Obra maestra en la que Satyajit Ray nos invita a un salón de música en el que los hipnóticos números musicales hacen de contrapunto a la triste historia sobre la decadencia de una estirpe aristocrática hindú.

 

Scorpio Rising (Kenneth Anger, 1964)

Kenneth Anger, escritor de Hollywood Babilonia, dirigió esta pieza de videoarte musical protagonizada por un grupo de moteros homosexuales nazis. Un clásico del cine gay que ha servido de inspiración confesa para David Lynch, John Waters o Nicolas Winding Refn.

 

Un, dos, tres…al escondite inglés (Iván Zulueta, 1969)

Aunque tuvo que estrenarse como una película de Jose Luis Borau porque Iván Zulueta no estaba sindicado como director,  Zulueta volcó toda su creatividad fabricando los decorados y diseñando la icónica cartelería de la película. Las canciones que Vainica Doble compusieron expresamente para la banda sonora suponen todavía a día de hoy una de las mayores influencias para la escena indie española.

 

Piel de asno (Jacques Demy, 1970)

No es uno de los musicales más famosos de Demy pero sí quizás el que tiene un imaginario más loco. Un cuento de niños muy cruel sirve de excusa a Demy para llenar la pantalla de fastuosos vestidos, gatos gigantes, tumbas de hielo, canciones de pop barroco y mucho brilli-brilli.

Nashville (Robert Altman, 1975)

Lo que parece un drama coral macerado con la música Country de las calles de Nashville, es en realidad, una metáfora de toda la sociedad americana. Nashville fue una de las primeras películas en organizar su trama en historias cruzadas. Sin ella, no habrían existido ni Vidas Cruzadas (1993), Pulp Fiction (1994) o Mangnolia (1999). Un musical a reivindicar.

 

Tráiler para amantes de lo prohibido (Pedro Almodóvar, 1985)

La mayoría de las películas de Almodóvar están acompañadas de números musicales, sin embargo, solo ha rodado un musical como tal. Tráiler para amantes de lo prohibido fue concebido como un mediometraje que se emitiría en La Edad De Oro para promocionar ¿Que he hecho yo para merecer esto! (1984). Los diálogos desternillantes y los playbacks al son de Bambino o Blondie son verdaderas joyas ocultas en la filmografía del manchego.

 

US Go HOME (Claire Denis, 1994)

US Go Home es la película que Claire Denis rodó para Tous les garçons et les filles de leur âge, la colección de films sobre la juventud que distintos autores franceses rodaron en 1994. Denis se inspiró en su experiencia al regresar a París después de vivir en las colonias francesas de África para contarnos una historia de despertar sexual. Dos chicas adolescentes asisten a una fiesta en la que suenan canciones de Nico, Otis Reeding o los Yardbirds y que supondrá un antes y un después en sus vidas.

 

The last days of disco (Whit Stillman, 1998)

En el cine de Whit Stillman nunca sabes si se está riendo de los personajes a los que retrata o si les está poniendo en un pedestal. Chloë Sevigny y Kate Beckinsale son dos yuppies algo ingenuas que buscan triunfar en la noche del Nueva York de los 80, cuando las discotecas se cerraban para abrirse en su lugar oficinas. La banda sonora es una delicia para los nostálgicos de la música disco.

 

Gracias por el chocolate (Claude Chabrol, 2000)

Isabelle Huppert haciendo de Isabelle Huppert y el cantante Jacques Dutronc haciendo de pianista obsesionado con una pianista más joven. Claude Chabrol cocina a fuego lento y a ritmo pianissimo una de sus más divertidas comedias sobre la pérfida burguesía.

 

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